Virginie y Kevin. Una pareja excepcional que desprendía amor por los cuatro costados. Ilusionados, expectantes, enamorados, felices. Ainshh, no hay nada, nada, como poder vivir a través de nuestros novios el cúmulo de emociones que se vive cuando te vas a casar.
Unos meses antes de la boda nos reunimos los seis. Sí, los seis: la novia y el novio, el clan de Paloma Cruz Eventos, y nosotras. Qué calma, qué dulzura. Supimos exactamente interpretar la idea que nos plantearon. Colores dulces, tonalidades tranquilas, rosa (el color), rosa (David Austin, ya sabéis), terciopelo, neutros, paniculata, encajes, organza, damas, novia. Todo, todo precioso.
Llegó el día, un precioso 31 de Octubre en Elche. Una ceremonia religiosa y una cena para chuparse los dedos en La Finca. Estaban los dos preciosos. Ella, peinada por María de Bionda y con un vestido de encaje muy dulce. Él con traje gris y corbata menta. ¡Qué pareja tan bonita! Incluso unos días después de la boda, la novia nos envió una foto por whatsapp del ramo de novia pasando el control de seguridad en el aeropuerto: nos aseguró que se llevaba el ramo a la luna de miel. Y nosotros pensamos, ¿qué mejor recuerdo físico de la boda que tu ramo de novia?
Pero nosotros, si os somos sinceros, vivimos el día de la boda a través de las fotografías. Así que aprovechamos este post para darle las gracias a Pablo Laguia por las fotazas.
¡Hasta la próxima!
Bisous,
C.
Fotos: Pablo Laguia
Organización: Paloma Cruz Eventos
Peluquería: Bionda Estilistas
Flores: El Jardín del Cabo
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